Duelo infantil. ¿por qué nos cuesta hablar de ello con los más pequeños?

26.05.2020

El duelo es un proceso doloroso que aparece en respuesta a la muerte de un ser querido o a una pérdida significativa, puede durar hasta dos años y no se considera un trastorno psicológico por ello. Para cada persona tendrá una duración determinada y una forma personal de transitar por el proceso. También es importante recalcar que duelo no es sinónimo de depresión, pero que muchos duelos pueden terminar provocando un episodio depresivo, y por tanto, la necesidad de instaurar un tratamiento precoz que evite complicaciones.

A pesar de no ser un trastorno psicológico, en muchas ocasiones las personas se ven desbordadas por las emociones asociadas al duelo y acuden a pedir ayuda a un profesional de la salud mental, lo cual es una decisión acertada para que el profesional cualificado (en su mayoría psicólogos, aunque también pueden ser médicos psiquiatras) nos ayude a elaborar adecuadamente el proceso de duelo. La elaboración del duelo consiste en la serie de procesos psicológicos que, comenzando con la pérdida, termina con la aceptación de la nueva realidad, es un proceso complejo para deshacer los vínculos establecidos y elaborar el dolor de la pérdida.

      Normalmente, las fases que se van atravesando a lo largo del proceso se organizan en que hay que:

          1. Aceptar la realidad de la muerte.

          2. Trabajar las emociones asociadas.

          3. Aprender a vivir en un mundo en el que el fallecido no está.

          4. Recolocar al muerto en nuestra vida y seguir viviendo.

En nuestra cultura, nos encontramos muchas ocasiones en las que no sabemos cómo comunicar el duelo o cómo acompañar a los más pequeños de la casa. La muerte es un hecho ineludible vinculado a la vida y aun así, no es frecuente que se hable de ella y menos en ámbitos donde hay niños y niñas, los cuales pasan años y años en la escuela sin, generalmente, aprender y reflexionar sobre la muerte, sin aprender a afrontar y sobrellevar la lógica pena, el normal sufrimiento, que la muerte de un ser querido conlleva.

Los adultos, muchas veces creen que ocultándolo protegen a los peques o les evitan el sufrimiento, pero ese sufrimiento existe, ellos tienen percepción de la pérdida y también perciben que en casa algo está ocurriendo (ven al adulto triste, preocupado, contesta al teléfono con un tono de voz apenado...). A todo esto subyacen actitudes como "pobrecitos, no se enteran..." o la toma de decisiones por ellos: "mejor que no vaya al hospital, así no sufre...". Los/as niños/as y los/as adolescentes sufren la muerte de sus seres queridos, sienten y se cuestionan muchas cosas: sus preguntas, temores, comportamientos, inquietudes y dolor han de ser atendidos, escuchados y cuidados. A menudo el adulto no está preparado o no tiene herramientas, es por eso la importancia de tratar este tema.

El hecho de fallecer en los hospitales o en instituciones de cuidados paliativos hace que la muerte no sea algo visible y deja a los/as niños/as de lado. También nuestro lenguaje confunde a los más pequeños, al utilizar eufemismos como "se fue", "nos ha dejado", "ahora está descansando" colocamos el proceso de morir en un lugar más amable y no se ajustan a la realidad de la muerte.

El impacto emocional que vivimos tras la pérdida de un ser querido, que en los adultos es más intenso que en los niños, principalmente por las relaciones que establecemos (los vínculos, cómo comprendemos la muerte, la cercanía de la misma, cómo se altera nuestra vida cotidiana y todo aquello que se pierde tras la muerte) nos produce la tendencia de alejar a los pequeños de estos sentimientos que a menudo nos angustian, ya que creemos que van a sufrir el mismo impacto que nosotros.

Sin embargo, es fundamental encontrar la forma  y contar con las herramientas necesarias para poder abordar este tema adecuadamente con los niños y niñas. En la segunda entrada sobre duelo, hablaremos de indicaciones generales sobre cómo abordarlo con nuestros niños y niñas.


Naomi Maestre,

Psicóloga.


Para ampliar la información:
- Flórez, S. (2002). Duelo. In Anales del sistema sanitario de Navarra (Vol. 25, pp. 77-85).