Duelo infantil II. ¿Cómo abordarlo?

17.06.2020

En esta entrada recuperamos de nuevo el tema del duelo con los más pequeños y proponemos unas recomendaciones generales a tener en cuenta a la hora de realizar el abordaje de la situación: 

  • Para comunicar la muerte, las personas más cercanas y queridas tienen prioridad. Es importante hacerlo lo más pronto posible. Elegir un lugar tranquilo y un momento cercano para la conversación. Si se puede, es mejor hacerlo de manera gradual porque es un fallecimiento previsto. También es importante ir introduciendo aspectos como "verás a los adultos llorando y preocupados", explicar qué van a ir encontrando en cada proceso.

  • Ser sinceros con ellos, adaptado a su edad y con ejemplos que puedan manejar. Facilitar su expresión emocional y responder sus preguntas en la medida de lo posible.

  • Es importante que entiendan la irreversibilidad del proceso, por tanto se recomienda a evitar eufemismos como "se fue.." o "está en otro lugar", ya que quienes se han ido a otro sitio normalmente pueden volver y en este caso, no es algo temporal. Por tanto, es importante entender que no vamos a volver a ver a esa persona.

  • Hablar sobre la universalidad, todos los seres vivos morimos en algún momento. Esto puede despertar miedos "entonces mamá, ¿tú también te vas a morir?", una respuesta a esto podría ser "cariño, lo normal es que yo me muera cuando tú seas más mayor y puedas cuidar de ti solo". Utilizar esta postergación funciona con los más pequeños porque aún no comprenden el concepto de la temporalidad. Con más mayores o adolescentes se les puede introducir a la reflexión mediante preguntas como "¿qué es lo que te preocupa o te asusta de que yo muera?" y trabajar así con ellos sobre esa idea. El objetivo es que quede clara la idea de que todos morimos sin que eso le genere angustia.

  • El cuerpo deja de funcionar, las funciones vitales se detienen, es importante evitar expresiones que permitan la idea de que continúan vivos. Los adultos apelamos a a cómo nos gustaría que fuera: a que la persona fallecida está viva en nuestra memoria y en nuestro recuerdo (no se pondrá contento con el dibujo que le hagas porque ya no tiene esa capacidad, sino que en tu recuerdo él siempre se ponía feliz al hacerle un dibujo y es así como te gusta recordarle).

  • Hay una causa física para morirse y hay que explicarla. Decir "se quedó dormido y se murió tranquilo" genera miedo por si les pasa lo mismo. Hay que evitar las explicaciones que no mencionan la causa: por un accidente, de repente, de golpe...

  • En cuanto a los ritos y homenajes, es importante explicar la finalidad de despedida y de recordar a la persona, contarles qué van a encontrarse (adultos llorando, abrazándose, se entierra el féretro...) y preguntarles si quieren acudir, aclarando que su decisión es buena tanto si quieren acudir como si no. Les puede ayudar realizar su propio ritual de despedida, una carta, un dibujo...

La fundación Mario Losantos del Campo ha elaborado una guía de duelo muy útil dividida por edades, sobre cómo comunicarse adaptado a cada edad y a lo que son capaces de comprender.

Naomi Maestre,

Psicóloga.

Para ampliar información:

- Flórez, S. (2002). Duelo. In Anales del sistema sanitario de Navarra (Vol. 25, pp. 77-85)

- FMLC. Hablemos de duelo. Manual práctico para abordar la muerte con niños y adolescentes.